Lagrima Ibérica

Su versatilidad te sorprenderá. La forma más sencilla es saltearla a fuego fuerte en una sartén sin aceite, hasta que quede dorada y crujiente por fuera; su propia grasa hará el resto. También es espectacular para enriquecer guisos, potajes y arroces, ya que su grasa se funde y aporta una profundidad de sabor increíble a todo el plato.

Entendemos que la frescura es innegociable, y es nuestra máxima prioridad. Cada porción de lágrima ibérica es envasada al vacío por nuestros proveedores justo después del despiece. Nos aseguramos de que tu pedido se envíe utilizando un método de transporte que mantiene la cadena de frío sin interrupciones, garantizando que llegue a tu cocina en perfectas condiciones.

Es importante entender que en la lágrima ibérica, la grasa es el tesoro, no el exceso. Al cocinarla, parte de esa grasa se fundirá, pero es precisamente ese jugo el que le da su increíble sabor y el que puedes usar para enriquecer otros platos. La carne que queda se mantiene increíblemente tierna y melosa, por lo que el rendimiento en sabor es del 100%.

Nuestra reputación se basa en la selección experta. Solo colaboramos con productores de confianza que nos garantizan el origen y la crianza de sus cerdos ibéricos. Una lágrima ibérica de calidad procede de animales bien alimentados, lo que resulta en una grasa saludable y sabrosa que se funde limpiamente, y esa es la principal característica que buscamos en cada pieza que elegimos para ti.

Sí, por supuesto. Recibirás el producto envasado al vacío, un formato ideal para la congelación que preserva intactas todas sus propiedades de sabor y textura. Al ser tiras pequeñas, son muy prácticas de usar. Para una experiencia óptima, te recomendamos descongelarla lentamente en el frigorífico 24 horas antes de su uso.